El calor provocado con las Piedra de Jade, permite generar una energía a través de los tejidos dañados, tanto nerviosos como musculares o reumáticos, que desde dentro reducen la inflamación y el dolor.
El calor estimula la producción natural de las sustancias que normalmente se ingerirían como medicamentos para desinflamar y eliminar el dolor.
De esta manera se genera un calor artificial localizado y controlado durante el cual el organismo produce nuestro antiinflamatorio natural: el cortisol, que ayuda a desinflamar nervios y músculos; y nuestro analgésico biológico: las endorfinas, que también reducen el dolor, así el cuerpo puede recuperarse de forma natural sin los efectos secundarios de los medicamentos.
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